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Los Golden State Warriors vencieron esta pasada madrugada por 107-88 a los Boston Celtics en el segundo partido correspondiente a las Finales de la NBA disputado en el Chase Center. Los de San Francisco con este triunfo empatan la serie (1-1) que ahora viajará a la Costa Este de los Estados Unidos. Stephen Curry (29 puntos, 6 rebotes y . 4 asistencias) brilló en los Warriors y Jayson Tatum (28 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias) fue el mejor en los Celtics.
Comienzo de partido muy igualado con ambos equipos muy entonados en ataque. Curry lideraba el juego ofensivo de los Warriors y Thompson era su escudero, ante unos Celtics que contaban con un Jaylen Brown acertado junto con la buena dirección de Marcus Smart, pero que echaban en falta aportación en la zona y llevó a los de Ime Udoka a no poder igualar la intensidad de los locales. Con un resultado de 31-30 se llegó al final del primer cuarto. Se mantuvo la misma tónica del partido en el segundo cuarto y la igualdad seguía muy presente en la cancha californiana. Curry seguía liderando el juego de los de Steve Kerr y Andrew Wiggins y Kevon Looney le ayudaban, mientras que los de Boston anotaban gracias a Brown y Tatum. De todos modos, ambos conjuntos en general fallaron demasiado y quedó reflejado en poca anotación en este período. Al descanso se llegó con un ajustado marcador de 52-50.
Tras la reanudación, los Warriors saltaron a la pista más intensos sobre todo en ataque y con Thompson y Curry, los de la Bahía hicieron un 16-6 de parcial en seis minutos, dejando noqueados a los de Boston y logrando un +12 de ventaja. Williams y Tatum a base de triples intentaron recortar la renta californiana, pero los de San Francisco respondieron de forma similar con un gran Curry y los Warriors incrementaron todavía más su ventaja. Con un resultado de 87-64 se llegó al final del tercer cuarto. En el último período, los de Boston prácticamente habían entregado a sus rivales el encuentro y no hicieron apenas nada por frenar la intensidad de los californianos. Los de Ime Udoka ya tenían la mente puesta en el próximo partido en su feudo del TD Garden.