Excelente comienzo de partido de los Grizzlies. Bajo la batuta del base Mike Conley, el equipo de Memphis hacía su trabajo en ataque y en la zona Marc Gasol se ocupaba de defender y de dominar bien el rebote; en los tejanos el alemán Nowitzki era el líder anotador del equipo y Parsons acudía para ayudar al jugador teutón, fueron los Grizzlies los que se mostraron más sólidos en defensa y de este modo llegaron al final del primer cuarto liderando el marcador (18-25). En el segundo cuarto no cambió la tónica del encuentro y se mantuvo la misma intensidad de juego. Tanto los Grizzlies como los Mavericks seguían el mismo esquema táctico, pero esta vez la diferencia fue que los tejanos hicieron una mejor defensa, en cambio el ataque no fue muy efectivo y apenas si pudieron recortar distancia con su rival; los Grizzlies anotaron gran parte de sus puntos gracias a Green y Allen, de esta forma se llegó al descanso con un resultado (37-44).
Tras la reanudación los Grizzlies mostraron todo su potencial. Sus mejores jugadores brillaron y para colmo el banquillo también aportó su calidad, ante unos Mavericks que no podían frenar al poder del equipo local y que poco a poco veía como su oponente se les iba alejando; los tejanos contaron solamente con la aportación de Harris y de Ellis, no pudieron reducir la renta del equipo de Memphis y se llegó al final del tercer cuarto con un marcador de 68-83. En el último período, los tejanos pelaron con uñas y dientes para intentar una remontada. Por momentos parecía que podían conseguirlo, las avanzadas de los Mavericks fueron demoledoras durante varios minutos y los Grizzlies pudieron hacer poco para frenarlas, pero los de Memphis hicieron varios ajustes tácticos en un tiempo muerto y de nuevo volvieron a mostrar su mejor versión para impedir cualquier remontada del conjunto tejano y poder lograr el triunfo final. Esta victoria de los Grizzlies (la sexta en diez partidos), supone que el equipo se coloca líder de la División Suroeste.
