Igualado comienzo de partido. Ambos equipos lideraron el luminoso en varias ocasiones, pero ninguno de ellos se iba lejos. Los Hornets gozaban de un buen manejo de balón y su acierto en el tiro exterior se podía considerar aceptable, la nota negativa del equipo fue en su debilidad en el juego interior y eso permitió a los Bulls liderar el marcador al final del primer cuarto (24-26). La igualdad siguió patente en el segundo cuarto, la diferencia de puntos entre los dos conjuntos no se redujo en ningún momento, pero fueron los Bulls los que seguían por delante gracias al buen trabajo de sus jugadores de la pintura; los Hornets seguían bastante finos en los lanzamientos exteriores, concretamente por medio de Henderson y Stephenson, de este modo seguían de cerca a su rival y se llegó al descanso con un marcador de 40-45.
Tras la reanudación, el equipo de Charlotte pisó el acelerador y al buen acierto exterior se le sumó la inspiración de Al Jefferson, que con sus puntos y rebotes permitió que los Hornets se acercaran seriamente a su rival; los Bulls sufrieron un pequeño bajón, quizás pudo ser por el cansancio de varios jugadores importantes y al ser sentados en el banquillo el equipo perdió consistencia, de esta forma el luminoso reflejaba un resultado de 71-72 al finalizar el tercer cuarto. En el último período, Thibodeau se vio obligado a sacar a los titulares, los cuales ya habían repuesto fuerzas; los Bulls recuperaron su esencia y de nuevo se alejaron de su rival, supieron defender bien la renta lograda y se llevaron el triunfo final.
