El partido comenzó con los Grizzlies muy enchufados, acertaban tanto desde el exterior y como desde el interior. El alero Leuer estaba bastante efectivo en los tiros de campo y enseguida los Celtics se vieron obligados a solicitar tiempo muerto para parar las ofensivas del equipo local, que empezaba a lograr ventajas serias; el equipo de Boston andaba algo perdido aunque pudo recortar algo de la renta de los Grizzlies para llegar al final del primer cuarto con un resultado de 25-16. En el segundo cuarto no cambió nada y el equipo de Memphis siguió en su linea mostrando una gran fortaleza tanto en defensa como en ataque, los Celtics se veían incapaces de superar a su rival y tan sólo el acierto desde su juego interior les permitía seguir con vida en el encuentro; los Grizzlies estaban mostrándose fuertes tal y como reflejaba el electrónico al llegar al descanso (55-41).
Tras la reanudación los Celtics salieron a la cancha algo más despiertos. El juego ofensivo había experimentado una leve mejoría, pero no se podía decir lo mismo de la defensa ya que los jugadores de los Grizzlies seguían haciendo de las suyas, especialmente Zach Randolph, que hacía un buen trabajo en ataque y estaba ayudado por el base Conley; al final del tercer cuarto se llegó con un marcador de 82-70. El último cuarto estuvo muy igualado, los Celtics opusieron algo más de resistencia y se mostraron algo mejorados en defensa, pero les faltó garra en ataque y los Grizzlies finalmente lograron el triunfo. Esta victoria le vale a los de Memphis para mantenerse en la clasificación como el mejor equipo del torneo.
