El Real Madrid jugará la final de la Euroliga por segundo año
consecutivo tras apalizar al FC Barcelona por 62-100. Apabullante victoria
blanca en el Clásico europeo mostrándose superior a su rival en todos los
aspectos de juego como son la defensa, el ataque, el acierto y en estilo de
juego veloz y felino. El base Sergio Rodríguez con 21 puntos y 6 asistencias ha
sido el mejor del conjunto merengue junto con Nikola Mirotic (19 puntos, 4
rebotes y 27 de valoración), mientras que en el Barça sólo dio la cara Ante
Tomic (16 puntos y 8 rebotes).
Sólo hubo un color en la pista y ese fue el blanco del Real
Madrid que resultó ser un rodillo para el equipo azulgrana. El Barça inició
bien el partido, un 12-4 de parcial hacía que el equipo azulgrana se sintiera
cómodo y la labor del brasileño Marcelinho Huertas y del croata Ante Tomic
estaba resultando muy fructífera para el equipo dirigido por Xavi Pascual; el
Real Madrid no encontraba su sitio y para colmo el Barça ya le estaba superando
en la labor reboteadora, pero enseguida el equipo blanco se puso manos a la
obra y gracias a unas buenas acciones ofensivas fue poco a poco recortando la
ventaja blaugrana. En la pintura se pudo ver un duelo entre Lorbek y Mirotic,
Brad Oleson reforzaba un poco más el trabajo azulgrana en el juego exterior
pero la magia de Sergio Rodríguez dotó al Real Madrid de más consistencia y
logró adelantarse en el marcador; el Barça no estuvo muy acertado en los tiros
libres, pero los jugadores dieron la cara y empataron el partido al final del
primer cuarto (20-20). En el segundo cuarto el FC Barcelona tenía muchísimas
dificultades para anotar, el Real Madrid aumentó su intensidad en
defensa y el motor de Felipe Reyes y Rudy Fernández daba
vida a los blancos que empezaban a aumentar su renta de puntos; el Barça estuvo
siete minutos desaparecido en combate, un triple de Sergio Rodríguez y el buen
trabajo del tunecino Mejri en la zona hacían ampliar la ventaja merengue hasta
en once puntos. Xavi Pascual pidió tiempo muerto para hacer ajustes en el
equipo, pero el Barça sólo tuvo un pequeño atisbo de reacción gracias a
Navarro y Papanikolau que maquillaron un poco el resultado al llegar al
descanso del partido (37-45).
Tras la reanudación las ventajas blancas no bajaron de los
diez puntos. El buen trabajo del griego Bourousis más los triples de Darden y
Rudy combinado con el acierto de Mirotic, hicieron que el Real Madrid lograra
la máxima ventaja del partido hasta el momento (14 puntos de diferencia);
Tomic, Oleson y Huertas hacían lo que podían para sostener a los azulgranas,
pero el Real Madrid no daba tregua alguna y acertaba en casi todas sus llegadas
al aro rival. Un nuevo tiempo muerto para el Barça no sirvió para parar a un
Real Madrid que era una apisonadora en toda regla y cuyas referencias ofensivas
eran Mirotic y Sergio Rodríguez, el luminoso reflejaba al final del tercer cuarto
un 48-73 sonrojaba a los azulgranas. En el último cuarto no cambió
absolutamente nada, el Real Madrid siguió sin bajar su intensidad de juego y el
Barça dejaba al descubierto sus verguenzas mostrando bastantes carencias tanto
en ataque como en defensa, el conjunto azulgrana no tuvo opción alguna de
maquillar algo el resultado y el Real Madrid logró la victoria final y la
segunda mayor diferencia de puntos en la historia de la Euroliga (38 puntos), la
máxima se logró en la final del año 2004 en la que el Maccabi Tel Aviv logró
ganar al Fortitudo Bolonia por 118-74 (44 puntos).
En Twitter: @Danielbm200