España salió a la pista con el quinteto habitual pero más enchufada en las labores ofensivas que en partidos anteriores; Díez y Fernández llevaban las riendas del equipo español que lideraba el marcador y el entrenador griego decidió dar entrada al Antetokounpo para frenar las ofensivas españolas y ayudar al combinado heleno a hacer un 0-8 de parcial para reducir la distancia y llegar al final del primer cuarto con un resultado de 20-16. Grecia mostró un mejor juego en el segundo cuarto, dado que el juego interior griego es muy fuerte los españoles decidieron jugársela a triples y lograron un buen resultado, pero los jugadores helenos apretaron un poco en defensa y gracias a un tiro de tres de Bochoridis pudieron reducir distancia para llegar al ecuador del encuentro con un ajustado marcador de 40-37.
Tras la reanudación España jugó mejor que nunca y Grecia se veía impotente e incapaz de frenar a jugadores como Alex Suárez o Sebas Sáiz; los helenos estaban muy flojos en ataque y un triple de Guillem Vives cerraba el tercer cuarto al que se llegó con un resultado de 62-45. España se mostraba muy firme hasta el momento y siguió manteniendo el mismo nivel de juego; Grecia carecía de oportunidades debido a la buena defensa española y a falta de varios minutos para acabar el choque y viendo que estaba todo sentenciado, el entrenador Sito Alonso decidió dar descanso a los jugadores principales pensando en la semifinal.
