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El FC Barcelona ha logrado esta noche una victoria autoritaria por 93-76 ante el Zalgiris Kaunas en el partido correspondiente a la Euroliga disputado en el Palau Blaugrana. Los culés supieron sobreponerse sin problemas a las bajas de jugadores importantes. Pierre Oriola (13 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias) de los mejores en las filas azulgranas y Tai Webster (13 puntos, 2 rebotes y 4 asistencias) destacó en el equipo lituano.
Fue un mejor comienzo de encuentro para los lituanos con un 0-7 de parcial y durante varios minutos fueron por delante en el marcador, pero poco les duró la alegría a los de Jure Dovc ya que los azulgranas reaccionaron y Nikola Mirotic lideraba el ataque culé para que el Barça hiciera un 19-6 de parcial e ir poco a poco mostrando la superioridad que se le presupone al conjunto entrenado por Sarunas Jasikevicius. Al final del primer cuarto se llegó con un resultado de 24-17. En el segundo cuarto, el FC Barcelona se mostró todavía más fuerte y Oriola tomó el relevo anotador de Mirotic y al jugador catalán se les sumó unos acertado en triples Sergi Martínez y Nigel Hayes. Hasta 17 puntos de ventaja llegó a tener el club catalán. El Zalgiris Kaunas lo intentaba pero a duras penas lograba algo positivo, debido a que se estrellaba contra la fuerte defensa local. Al descanso se llegó con un marcador de 52-38.
Tras la reanudación, el Barça seguía siendo superior al equipo báltico pero pese a ir siempre por delante no encontraba la forma de rematar la faena y el Zalgiris Kaunas pese a sus insistencias, no lograba acercarse mucho más. Los triples de Smits y Jokubaitis supusieron un +19 a favor de los culés y al final del tercer cuarto se llegó con un marcador de 75-58. Si logró romper el encuentro el Barça en el último cuarto y entre Hayes, Jokubaitis y Oriola, el conjunto blaugrana se fue 26 puntos arriba y eso sentenciaba ya el encuentro a favor de los de casa. Jasikevicius dio en los minutos finales, la oportunidad de debutar a dos canteranos, el uruguayo Rafa Villar y el nigeriano James Nnaji. Los lituanos sólo pudieron tímidamente maquillar el resultado final.
