Foto: FIBA |
España ha logrado hoy el triunfo ante Japón por 77-88 en el primer partido correspondiente a la fase de grupos disputado en el Saitama Super Arena. Los de Sergio Scariolo no han realizado un brillante juego, pero han saldado cómodamente su compromiso ante los anfitriones. Rui Hachimura (20 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia) destacó en las filas niponas y Ricky Rubio (20 puntos, 2 rebotes y 9 asistencias) el mejor del combinado español.
El comienzo fue muy bueno para España con un 2-11 de parcial y Scariolo pudo enseguida hacer rotaciones, ya que sus jugadores disponían de cómodas ventajas. Los japoneses reaccionaron gracias a un tiempo muerto solicitado por Julio Lamas y a base de defensa lograron anular varias veces a los jugadores españoles, pero una canasta de Pau Gasol y un triple de Sergio Rodríguez devolvían el acierto a los españoles y se llegó al final del primer cuarto con un marcador de 14-18. En el segundo cuarto, se vio durante algunos minutos a una muy buena Japón y gracias al NBA Rui Hachimura, los orientales lograron empatar y Scariolo solicitó un tiempo muerto. No duró mucho ese buen momento nipón y gracias a la buena dirección y puntos de Ricky Rubio junto con los rebotes que capturaba Garuba, España de nuevo se alejaba gracias a un 0-19 de parcial y logró 19 puntos de ventaja, que llegaron a ser veinte al llegar al descanso (28-48).
Tras la reanudación, España estaba cómoda en la cancha ante unos japoneses que habían bajado su ritmo de juego pero que no jugaban mal y en algunos momentos reducían diferencias. Abrines y Ricky Rubio eran los que llevaban principalmente en peso ofensivo de los españoles. Pau Gasol aportaba su experiencia y calidad para que su selección estuviese motivada. Al final del tercer cuarto se llegó con un marcador de 56-69. En el último período, Scariolo decidió mover todavía más el banquillo e incluso decidió dar minutos al recién llegado Xabi López-Arostegui y entre el jugador vasco y otros como Claver, España fue amasando un poco su marcador final y en vista de que tenían una gran ventaja, los jugadores españoles se permitieron el lujo de relajarse en los minutos finales sin que los asiáticos pudieran inquietarles.