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El Panathinaikos ha derrotado esta tarde por 73-57 al Fenerbahçe en el primer partido correspondiente a la Final Four de la Euroliga que se está disputando en el Uber Arena de Berlín. Los atenienses regresan a una final continental tras doce años, ya que la última fue en Estambul 2012. La excelente defensa en la segunda mitad, clave principal del triunfo de los de Ergin Ataman. Mathias Lessort (17 puntos y 10 rebotes) brilló en las filas helenas y Nigel Hayes-Davis (14 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias) destacó en el conjunto turco.
El encuentro comenzó con veinticinco minutos de retraso debido a problemas de seguridad. Fue el Panathinaikos el que realizó un arranque sensacional con un parcial de 12-0 y el Fenerbahçe tardó más de cinco minutos en ver aro, algo muy poco habitual en el equipo entrenado por Sarunas Jasikevicius. Reaccionó bien el equipo turco, pero los helenos seguían estando fuertes y las diferencias se mantenían estables. Con un marcador de 22-13 finalizó el primer cuarto. En el segundo cuarto, el Fenerbahçe siguió yendo a más y los otomanos hicieron un 2-7 de parcial. Ergin Ataman se vio obligado a parar el juego aunque los ajustes realizado por el entrenador turco no ayudaron mucho y los griegos se apoyaban en el buen hacer por dentro de Lessort y el acierto de Kendrick Nunn para frenar los puntos de Hayes-Davis. Con un ajustado marcador de 38-36 se llegó al descanso.
Tras la reanudación, el Panathinaikos saltó a la cancha con otras ideas y para empezar le devolvió la moneda al Fenerbahçe endosándole un 7-2 de parcial, pero aún así los de Estambul seguían estando fuertes aunque echaban en falta la aportación de un Scottie Wilbekin negado ante el aro. A los griegos les costaba despegarse de los turcos y sólo pudieron llegar con un +6 al final del tercer cuarto (56-50). A primeros del último período y con un triple y dos aciertos desde el 4.60 de Panigiotis Kalaitzakis junto a una canasta al contraataque de Lessort, el Panathinaikos se fue diez arriba y parecía poner tierra de por medio. El Fenerbahçe empezó a desquiciarse y los lanzamientos ya no le entraban como en el período anterior, por lo que los atenienses aprovecharon ese mal momento del rival para aumentar su distancia y lograr la victoria sin sufrir en el tramo final.