El Real Madrid ha vencido esta noche por 90-86 al Panathinaikos en el partido correspondiente a la Euroliga disputado en el WiZink Center. El conjunto blanco vuelve a la senda de la victoria tras una mini mala racha y de paso se toma la revancha de los sucedido el mes de mayo en la final de Berlín. Facundo Campazzo (19 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias) fue de los mejores del equipo merengue y Kendrick Nunn (23 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias) brilló en las filas atenienses.
Muy enchufado comenzó el partido el equipo blanco bajo la batuta de Facundo Campazzo y fue precisamente el base argentino el que ayudó a los suyos a hacer un 8-0 de inicio. El Panathinaikos se veía desbordado y no podía frenar la intensidad merengue, de tal manera que los de Chus Mateo estiraron el parcial hasta el 17-5; acertado se mostraba el Real Madrid desde la línea de triples.Los ataques se imponían a las defensa y el ritmo del encuentro era muy electrizante. Hasta un +11 de ventaja llegó a tener el conjunto madridista y Ergin Ataman detuvo el juego en busca de soluciones. No pudo hacer mucho el técnico turco y al final del primer cuarto se llegó con un marcador de 28-19. Mejoró el equipo ateniense en el segundo cuarto y el Panathinaikos empezó a recortar distancias. La intensidad subía en la cancha y los helenos se veían beneficiados al señalarles demasiadas faltas al Real Madrid, con lo que no estaba de acuerdo su público. Con un resultado de 43-38 se llegó al descanso.
Tras el paso por vestuarios, el Panathinaikos siguió estrechando diferencias aunque sólo fue capaz de acercarse a dos puntos en pocas ocasiones. Abalde con un triple ayudaba al Real Madrid a poder volver a distanciarse y otro lanzamiento exterior del gallego permitió a los de casa a irse quince arriba. Ataman otra vez paró el partido y esta vez sus ajustes no dieron resultado, ya que Campazzo y Tavares se encargaron de ello. Con un triple de Cedi Osman finalizó el tercer cuarto (70-58). Siguió el Real Madrid fuerte en los últimos diez minutos y un triple de Llull, un tapón de Ibaka y un alley-oop de Hezonja, terminaron por asestar un golpe fuerte a los atenienses. El Panathinaikos pudo maquillar el marcador final, pero no inquietar a sus rivales.