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Los Golden State Warriors logran el anillo de campeón tras vencer por 90-103 a los Boston Celtics en el sexto partido correspondiente a las Finales de la NBA disputado esta pasada madrugada en el TD Garden. La franquicia californiana consigue su séptimo anillo y vuelven a lo más alto cinco años después. Jaylen Brown (34 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias) destacó en los Celtics y Stephen Curry (34 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) brilló notablemente en los Warriors además de ser el MVP.
Fue mejor el inicio de partido para los de Boston con un 14-5 de parcial gracias al buen trabajo de Brown y Tatum. Los Celtics estaban acertados especialmente en la media distancia y desde el triple, pero los californianos despertaron y a base de buena defensa junto con los puntos de Thompson y Curry, los de Steve Kerr en pocos minutos le dieron la vuelta al marcador y llegaron con un +5 de ventaja al final del primer cuarto (22-27). En el segundo cuarto, los de San Francisco seguían en línea ascendente y con Jordan Poole y Gary Payton saliendo desde el banquillo, continuaban abriendo brecha y anulando a los jugadores estrella del equipo de Boston como Tatum y Brown. Ime Udoka no daba con la tecla para frenar a los Warriors y entre Curry y Wiggins, colocaron a los californianos diecinueve puntos arriba. Los Celtics estaban totalmente desbordados, aunque el buen trabajo de Horford en la pintura y los puntos de Tatum, les permitieron recortar algo la ventaja visitante. Al descanso se llegó con un resultado de (39-54).
Tras la reanudación, los Celtics siguieron creyendo en que se podía salvar la situación y entre Horford, Tatum y Brown, los de Boston insistían aunque la intensidad de los Warriors era mucho mayor y entre Draymond Green y Andrew Wiggins, los de Steve Kerr se pusieron con +22. Los de Celtics reaccionaron y entre Horford y Brown, el equipo de Boston fue reduciendo la renta californiana y se llegó al final del tercer cuarto con un marcador de 66-76 y eso significaba que había perdido. En el último período, los locales siguieron unos minutos más reduciendo la ventaja de los de San Francisco, pero los de la Bahía con un brillantísimo Curry se alejaban de nuevo y colocaban el marcador definitivo que valía la victoria y el título.