Los Dallas Mavericks vencieron esta pasada madrugada por 122-84 a los Boston Celtics en el cuarto partido correspondiente a las Finales de la NBA disputado en el American Airlines Center. Los tejanos no se dieron por vencidos y se impusieron con autoridad a los de Boston para que la serie esté ahora 3-1. Luka Doncic (29 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) brilló en los Mavericks y Jayson Tatum (15 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias) destacó en los Celtics.
Sensacional inicio de los Mavericks y bajo la dupla Irving-Doncic, el conjunto tejano llevaba a cabo su estrategia ofensiva ante unos Celtics algo perdidos y que echaban en falta la aportación de jugadores importantes. El parcial llegó a ser de 26-10 a favor de los de JasonKidd y eso desbordó y mucho a los de Boston. La intensidad tejana era muy alta y los locales iban aumentando progresivamente la diferencia. Con un marcador de 34-21 finalizó el primer cuarto. En el segundo cuarto, los Mavericks siguieron muy fuertes y a los Celtics les era cada vez más difícil frenar las ofensivas de sus oponentes. Hasta un +25 llegó a tener el equipo de Dallas y más o menos con esa ventajas los Mavericks llegaron al descanso (61-35).
Siguieron pisando el acelerador los tejanos tras la reanudación y los Mavericks superaron la barrera de los 30 puntos de renta, que llegaron a ser 31 con un triple que PJ Washington que obligó a Joe Mazzulla a parar el partido. Al final del tercer cuarto el electrónico reflejaba un marcador de 92-60 que dejaba el partido casi sentenciado. En el último período, los Mavericks seguían en un buen estado de forma y los Celtics ya tenían la mente puesta en el cuarto encuentro. Cuatro triples seguidos de Hardway aumentaron todavía más la ventaja para el equipo tejano y Morris también la incrementó con su buen hacer desde el exterior. La eliminatoria viaja ahora al TD Garden, donde los Celtic tendrán la oportunidad de sentenciar y los Mavericks motivados tratarán de volver a recortar diferencias y quien sabe si poder remontar en futuros encuentro un 0-3, algo que nunca se ha logrado.
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