El Real Madrid ha logrado esta noche un claro triunfo ante Olympiakos por 94-78 en el partido correspondiente a la Euroliga disputado en el WiZink Center. Anthony Randolph (16 puntos y 8 rebotes) brilló en las filas blancas y Zach Leday (15 puntos y 8 rebotes) fue de los mejores del equipo heleno.
Los griegos tuvieron un buen comienzo de partido y llegaron lograron las primeras ventajas gracias al buen trabajo en ataque de Spanoulis, mientras que el Real Madrid resistía gracias a los triples de Deck y Llull. El Olympiakos todavía no notaba la ausencia de Milutinov y Bogris de momento le suplía bien en la zona, por eso los de David Blatt lograban mantenerse al frente, hasta que los blancos reaccionaron y un 14-8 de parcial culminado con un triple de Taylor les ponían por delante y la dupla interior formada por Reyes y Tavares ayudó a los merengues a irse cinco arriba al final del primer cuarto (28-23). Los helenos arrancaron bien tras iniciarse el segundo cuarto e hicieron un 0-5 de parcial, pero el Real Madrid reaccionó otra vez y entre Campazzo, Causeur y Tavares el equipo de Pablo Laso tomó el control del encuentro obligando a Blatt a pedir tiempo muerto; el Olympiakos parecía reaccionar pero Tavares con un 2+1 mantenía a los blancos cinco arriba. Thompkins se sumó a las anotaciones blancas y con un triple ayudaba a su equipo a distanciarse un poco más. Blatt de nuevo solicitó tiempo muerto y no le sirvió para mucho, ya que que el Real Madrid llegó a irse hasta trece arriba. Al descanso se llegó con un marcador de 54-46.
Tras la reanudación, el Olympiako saltó a la cancha mejorado y la conexión Spanoulis- Printezis funcionaba bien poniendo en ocasiones en apuros a los blancos. Laso pidió tiempo muerto para hacer ajustes y le dieron sus frutos, ya que el Real Madrid en poco tiempo se situó por encima de los diez puntos. Los griegos luchaban una y otra vez pero no eran capaces de reducir apenas la ventaja merengue y de este modo se llegó al final del tercer cuarto con un resultado de 72-63. En el último período, el Real Madrid jugó cómodo y con un colchón de puntos lo suficientemente amplio para bajar algo su intensidad; Ayón, Campazzo y Randolph eran los mejores en las filas blancas y el Olympiakos no hacía más que acumular faltas personales, que llevaban al Real Madrid a la línea de personal transformando casi todos los tiros libres. Rudy Fernández también aportó puntos desde el exterior. Los de David Blatt no encontraban un jugador que asumiera el mando del equipo y el equipo blanco llegó a tener hasta +16 de ventaja, que le sirvió para colocar el resultado definitivo logrando el triunfo final.
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