Los Detroit Pistons vencieron esta pasada madrugada por 113-102 a los Cleveland Cavaliers en el partido correspondiente a la NBA disputado en el Little Caesars Arena. Andre Drummond (23 puntos y 16 rebotes) fue uno de los destacados en los Pistons y José Manuel Calderán salió desde el banquillo para jugar 12 minutos en los que se quedó sin anotar pero capturó 1 rebote y dio 1 asistencia, mientras que Collin Sexton (18 puntos y 4 asistencias) brilló en los Cavaliers.
Los de Detroit salieron muy lanzados desde el inicio de partido y su buena combinación de defensa y ataque les permitió desbordar a unos Cavaliers débiles en todos los aspectos de juego. El juego de los de Michigan era coral y sobre todo en la zona lo bordaban gracias a Griffin y Drummond. Al final del primer cuarto se llegó con un resultado de 38-27. Los Piston saltaron igualmente a la cancha en el segundo cuarto y los de Cleveland no mejoraron nada, de este modo los locales se paseaban y aumentaban progresivamente su renta de puntos hasta irse incluso por encima de la veintena, pero los Cavaliers redujeron mínimamente esa ventaja del rival y se llegó al descanso con un marcador de 66-46.
No cambió el curso del partido tras el paso por los vestuarios y los Pistons prosiguieron con su exhibición de juego. Al buen trabajo en la pintura de Drummond y Griffin se sumaron los exteriores Reggie Bullock y Reggie Jackson, de tal modo que los de Detroit seguían masacrando a unos Cavaliers que iban cada vez a peor. Al final del tercer cuarto se llegó con un resultado de 93-69 que dejaba ya casi todo visto para sentencia. En el último período, los Pistons se permitieron el lujo de relajarse un poco y el entrenador Dwane Casey dio bastantes minutos a los jugadores menos habituales. Los Cavaliers aprovecharon la relajación del rival para ir poco a poco recortando la ventaja local y hombres como Collin Sexton o Rodney Hood hicieron que los Pistons se inquietaran un poco; Jordan Clarkson también aportó sus puntos y los locales de nuevo se vieron obligados a recurrir a sus habituales jugadores para evitar ser sorprendidos y así poder hacerse con el triunfo final ante unos Cleveland Cavaliers que momento tienen el peor registro de la temporada NBA (2-13).
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