Los Golden State Warriors vencieron esta pasada madrugada por 110-77 a los Cleveland Cavaliers en el segundo partido de las Finales de la NBA disputado en el Oracle Arena. Draymond Green con 28 puntos y 7 rebotes destacó en los Warriors, mientras que Lebron James (19 puntos y 8 rebotes) fue el mejor de los Cavaliers.
El comienzo de partido estuvo muy igualado y ninguno de los dos equipos se mostraba superior al otro. El base Irving dirigía las acciones del equipo de Cleveland y los de Oakland contaban con la aportación y calidad de Klay Thompson. Quizás fueron los Cavaliers los que cometieron menos fallos y eso les permitió terminar el primer cuarto liderando el electrónico (19-21). En el segundo cuarto, los Warriors se mostraron muy acertados ante unos Cavaliers que no podían frenar las avanzadas de su rival y que se vieron superados claramente por la dupla exterior Thompson-Curry y por el buen hacer bajo los aros de Green. Los locales superaron incluso la barrera psicológica de los diez puntos en algunos momentos y llegaron al descanso con una clara ventaja (53-44).
Tras la reanudación, la superioridad de los Warriors siguió en aumento ante un equipo de Cleveland que andaba perdido y en el que sólo brillaba Lebron James; otro jugadores importantes de los Cavaliers como Kevin Love estaban como ausentes y en parte era porque estaban anulados por la fuerte defensa puesta por los de Oakland. El juego exterior de los Warriors seguía muy inspirado y eso les ayudó a dejar en encuentro casi sentenciado al final del tercer cuarto (82-62). Nada cambió en el último período y los Warrior seguían sin bajar su intensidad de juego ante unos Cavaliers que se puede decir que arrojaron la toalla y que ni se molestaron en maquillar el resultado final. Los Golden State Warriors ponen el 2-0 en la serie de las Finales ante los Cleveland Cavaliers y añadir que los 33 puntos de diferencia son la mayor paliza que hasta el momento ha protagonizado un equipo en las Finales de la NBA.
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