Los Cleveland Cavaliers dieron esta pasada madrugada un golpe de autoridad y vencieron por 120-90 a los Golden State Warriors en el tercer partido de las Finales de la NBA disputado en el Quicken Loans Arena. Lebron James (32 puntos y 11 rebotes) brilló en los Cavaliers y Stephen Curry (19 puntos) fue el mejor de los Warriors.
Los de Cleveland se mostraron muy dominantes desde el inicio del partido. La batuta del equipo la llevaba el base Kyrie Irving y Lebron James se encargaba de las anotaciones. Los Cavaliers además se mostraban muy fuertes en defensa ante unos Warriors que pese a hacer un buen juego no podían doblegar a su rival. Al final del primer cuarto se llegó con un marcador de 33-16. Los Golden State Warriors saltaron a la cancha algo mejorados en el segundo cuarto; Harrison Barnes y Andre Iguoadala anotaban desde el exterior, pero es que en los Cavaliers Lebron James se mostraba infalible y eso permitió que los de Ohio siguieran al frente y con amplia ventaja. Al descanso se llegó con un marcador de 51-43.
Tras la reanudación, los Cavaliers aumentaron más su intensidad de juego y el ataque de los de Cleveland se mostraba arrollador junto con una extraordinaria defensa. Los de Ohio estaban ofreciendo hasta el momento una de sus mejores versiones en lo que va de temporada ante unos Warriors que no podían frenar las ofensivas de su rival. Curry era el que mejor se mostraba en los de Oakland y eso no servía para mucho ya que su equipo iba viendo como su rival se les alejaba y dejaba casi todo visto para sentencia al final del tercer cuarto (89-69). En el último período no cambiaron las cosas y los locales pudieron sumar su primer triunfo en las Finales para dejar la serie 2-1 y varios partidos más que prometen ofrecer diversión y espectáculo.
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