Los Oklahoma City Thunder dieron esta madrugada pasada un golpe sobre la mesa al vencer por 118-94 a los Golden State Warriors en el cuarto partido de la final de la Conferencia Oeste disputado en el Chesapeake Energy Arena. Kevin Durant fue la estrella de los Thunder (triple-doble de 36 puntos 11 rebotes y 11 asistencias) y Serge Ibaka tuvo una buena actuación (17 puntos y 7 rebotes), mientras que Klay Thompson (26 puntos) brilló en los Warriors.
Igualado comienzo de partido debido al gran acierto de ambos equipos. Curry y Thompson anotaban para los de Oakland y Durant y Westbrook hacían lo propio en el equipo de Oklahoma. La defensa fue fundamental para que los Thunder terminaran el primer cuarto liderando el luminoso (30-26). En el segundo cuarto, los Thunder intensificaron su juego tanto en defensa como en ataque ante unos Warriors muy flojos y con sus principales jugadores anulados; hombres como Curry y Thompson no se mostraban tan finos como de costumbre y eso era aprovechado por los de Oklahoma para ir aumentando su ventaja y llegar al descanso con un marcador de 72-53.
Tras la reanudación, los de Oakland saltaron a la cancha algo mejorados y sus principales jugadores estaban más finos que en momentos anteriores; los puntos de Curry y Thompson ayudaron a los Warriors a recortar la renta de su rival, unos Thunder que bajaron un poco el pistón y que se confiaron un poco, pero aún así no había motivos para que saltaran las alarmas y se llegó al final del tercer cuarto con un resultado de 94-82. En el último período, los de Oklahoma volvieron por sus fueros y de nuevo volvieron a mostrar su superioridad para llevarse la victoria final ante unos Warriors que parecen estar desinflándose vistos los últimos resultados y debido a que es la primera vez en este curso que han perdido por primera vez dos partidos consecutivos. La serie se pone 1-3 a favor de los Thunder y se traslada ahora a Oakland, en donde los Warriors deberán ganar si quieren seguir con vida.
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