Los Thunder resultaron ser una máquina de anotar desde el principio del partido. Bajo la dirección de Westbrook y los puntos de Durant, el equipo de Oklahoma hacía su juego en ataque y todas sus llegadas a la canasta rival se transformaban en aciertos. Los Warriors estaban también acertados, aunque no tanto como su rival y cometieron algunos fallos que les condenaron a terminar el primer cuarto por detrás en el marcador (34-28). En el segundo cuarto, los Thunder fueron todavía más demoledores y como un rodillo pasaron por encima de su rival sin piedad alguna. Los puntos de Curry evitaron que la masacre fuera todavía peor y el encuentro quedó casi sentenciado al descanso (72-47).
Tras la reanudación, todo siguió más o menos igual y los de Oklahoma seguían avasallando de unos Warriors muy irreconocibles y que se mostraban débiles en todos los aspectos de juego. Los de Oakland no podían con la fortaleza de unos Thunder que eran liderados por los jugadores Westbrook y Durant, el trabajo de ambos jugadores estaba siendo fundamental y eran imparables. Al final del tercer cuarto el resultado era de 17-80. En el último período, los Thunder jugaron bastantes minutos con jugadores suplentes y hombres como Waiters o Kanter lo hicieron francamente bien ayudando a los de Oklahoma a lograr el triunfo poniendo el 1-2 en la serie y de esta forma demostrar que son un equipo candidato a lograr el anillo de campeón.
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