El partido comenzó con mucho desacierto en ambos equipos. Kristaps Porzinguis abrió boca con un mate y la labor del jugador letón bajo el aro hizo que en ocho minutos hubiera capturado siete rebotes. Okafor hacía lo mismo al otro lado de la pista y con 12 puntos en 9 minutos lideraba el ataque de los visitantes para llegar al final del primer cuarto con un marcador de 29-29. En el segundo cuarto, los Knicks seguían haciendo una mala defensa y con Porzinguis en el banquillo, los Sixers aprovecharon para atacar mejor; pero los de Brown tampoco andaban muy fuertes en el apartado defensivo. Carmelo Anthony lideraba las ofensivas neoyorquinas y en el equipo de Philadelphia brillaba Covington, de tal manera que los locales se situaron con una ligera ventaja en el luminoso al llegar al intermedio del encuentro (52-47).
Tras la reanudación, los Knicks saltaron a la cancha muy mejorados en todos los aspectos de juego y los puntos de Afflalo ayudaron a los neoyorquinos a irse arriba hasta por 18 puntos. Robin López y Porzinguis se imponían en la pintura, mientras que Noel y Smith se encargaban de las anotaciones de los Sixers, que de esta forma redujeron un poco la renta local y llegar al final del tercer cuarto con un resultado de 76-63. En el último período, los Sixers saltaron a la pista de la Gran Manzana muy intensos y los puntos de Canaan, Noel y Okafor ayudaron a los de Philadelphia a darle la vuelta al marcador; un triple de Thompson y una posterior canasta de Smith ponían un resultado de 93-96 a falta de pocos segundos para el final, pero un triple salvador de Carmelo empató el partido a 96 puntos al final del tiempo reglamentario. En la primera prórroga, Thomas y Afflalo acudían a la llamada de rescate de los neoyorquinos, pero Covington anotó y con empate a 107 se terminó este primer tiempo extra. En la segunda prórroga, los locales dieron muestra de su experiencia y con los puntos de Afflalo y Galloway sentenciaron el partido dando así el triunfo a los Knicks.
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