Los Grizzlies tuvieron un buen inicio de partido, pero los Wizards sabían combatirles bien y con Gortat en la zona y Dudley en el exterior, los capitalinos seguían muy de cerca a un equipo de Memphis que era liderado por el base Conley y los puntos de Barnes y gracias a eso los Grizzlies se marcharon liderando el marcador al final del primer cuarto (25-21). En el segundo cuarto, hubo un claro dominio de los Grizzlies y los Joerger hicieron una defensa más fuerte y para colmo Marc Gasol se mostraba como el amo y señor de la pintura. Los Wizards erraron muchos lanzamientos y sólo el buen trabajo de Neal libró a los de Washington de una catástrofe mayor. Los de Memphis iban aumentando de forma progresiva su renta de puntos para llegar al descanso con un resultado de 57-46.
Tras la reanudación, todo se mantuvo más o menos igual que antes y los Wizards seguían mostrándose débiles y los Grizzies sabían imponerse en todos los aspectos de juego. Los de Memphis contaban con la aportación y dirección de sus dos bases (Chalmers y Conley) y junto con el excelente trabajo de Marc en la zona, los Grizzlies seguían campando a sus anchas ante un equipo de Washington que se veía incapaz de parar las acciones ofensivas de su rival. Los de Memphis dejaron casi la mitad del partido al finalizar el tercer cuarto (83-61). Gran arreón los que pegaron los Wizards en el último período, pero ya era tarde debido a que los Grizzlies no fallaron apenas en defensa y a que el tiempo no era suficiente. Los de la capital de Estados Unidos desplegaron un buen baloncesto ofensivo, pero no la estrategia defensiva puesta en pista no resultó eficaz para frenar al equipo rival y de este modo los Memphis Grizzlies vuelven a ganar tras ser arrollados por los Hornets y regalar el último partido a los Heat.
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