Partido muy igualado de principio a fin. Tanto los Clippers como los Grizzlies no daban tregua alguna, pero eran los angelinos los que movían mejor el balón por la pista gracias al base Chris Paul y los Grizzlies basaban su juego en los jugadores interiores. Ambos conjuntos se turnaron para liderar el marcador, pero fue el equipo de Memphis el más acertado y se llegó al final del primer cuarto con un resultado de 25-26. En el segundo cuarto, la contienda se igualó más todavía y ninguno de los dos equipos lograba despegarse del otro. Mike Conley ejercía de director de juego en los Grizzlies y los californianos anotaban gracias a DeAndre Jordan y a JJ Redick; los Clippers combinaban juego exterior e interior, de este modo contrarrestaban el juego intenso desplegado por el equipo de Memphis y se llegó al descanso con empate a 46 puntos.
Tras la reanudación, los Clippers lograron dominar un poco más a su rival y gracias a la buena dirección de Paul y a los puntos de Grizzlies, los californianos consiguieron romper la maraña defensiva de los visitantes. Los Grizzlies se mostraron durante varios minutos algo desacertados y eso les perjudicó bastante, ya que los Clippers no perdonaron y terminaron el tercer cuarto liderando el luminoso (70-66). En el último período, los de Memphis lo intentaron todo y se encontraron enfrente con unos Clippers muy sólidos en defensa y que de ningún modo iban a dejar a escapar el partido. Los últimos minutos del encuentro fueron de igualdad máxima y los dos equipos tenían opciones de victoria, los Grizzlies podían haber optado a forzar una prórroga que quizás les hubiera dado el triunfo, pero Marc Gasol perdonó en sus lanzamientos de tiros libres y fallando los dos tiros contribuyó a la victoria angelina y por consiguiente a la tercera derrota consecutiva de su equipo.
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