En los primeros minuto de partido, tanto los Grizzlies como los Warriors estuvieron muy anotadores y los ataques cobraron protagonismo en detrimento de las defensas. El equipo de Memphis no contaba en sus filas con el base Mike Conley, pero el griego Calathes y el esloveno Udrih se repartieron la dirección de juego; los pupilos de Joerger no usaron mucho el juego interior al comienzo, por lo que Tony Allen o Courtney Lee fueron los protagonistas ofensivos de los Grizzlies. En los Warriors, Klay Thompson era el director de orquesta y gracias a las buenas acciones en ataque, los de Oakland se marcharon con ventaja al finalizar el primer cuarto (32-25). En el segundo cuarto, los Warriors se mostraron más fieros en sus primeros minutos; el ataque del equipo local era demoledor y llegaron a tener hasta 16 puntos de ventaja, pero los Grizzlies echaron mano de la pareja interior Gasol-Randolph y redujeron un poco la ventaja de los hombres entrenados por Steve Kerr al llegar al descanso (61-52).
Tras la reanudación, los locales aprovecharon que el equipo de Memphis estuvo muy atascado en su juego. Gracias al buen trabajo de Curry y Thompson, los Warriors avasallaron por completo a su oponente; el trabajo ofensivo de los de Oakland fue casi perfecto y tenían altos porcentajes en los tiros, de tal manera que los Warriors eran hasta ahora los amos y señores del partido tal y como reflejaba el luminoso al término del tercer cuarto (83-66) . El último período estuvo muy igualado, pero eso favoreció a los locales ya que no bajaron su intensidad de juego. Los Grizzlies mejoraron mucho en defensa, en cambio en ataque seguían algo flojos y el juego interior no podía tirar sólo del carro; también el equipo de Memphis cometió otros errores como pérdidas balón de forma muy continua. Los Golden State Warriors ponen el 1-0 en la serie y viendo el juego mostrado en este partido por parte de ambos conjuntos, no sería de extrañar que solventaran muy pronto esta eliminatoria con un 4-0.
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