Comienzo arrollador de los Grizzlies. Bajo la dirección de Conley, los puntos de Tony Allen y el buen trabajo reboteador de Marc Gasol, los de Memphis pasaban por encima de unos Lakers muy fallones en defensa. Los angelinos se estaban mostrando tan débiles como de costumbre y sólo sobresalía en el equipo el juego exterior, de este modo los Grizzlies iban poco a poco aumentando su ventaja para llegar al final del primer cuarto con un marcador de 24-16. En el segundo cuarto hubo una transformación de los angelinos. Los Lakers salieron a la pista mostrando una notable mejoría en ataque y defensa, de tal manera que la renta que llevaban los locales fue disminuyendo poco a poco; los Grizzlies sufrieron una pájara en mitad del cuarto y los californianos lo aprovecharon para poner el empate, varios puntos seguidos de Hill ayudaron a los Lakers a irse al descanso con una ligera ventaja en el luminoso (43-47).
Tras la reanudación, los Lakers no bajaron su intensidad de juego y los Grizzlies se veían incapaces de parar las ofensivas angelinas. Los Lakers estaban muy sólidos en defensa y de esta forma impedían los puntos de las estrellas de los Grizzlies; Jeff Green estuvo afinado desde el exterior y pudo impedir que los californianos aumentaran su renta de puntos de forma considerable, Randolph también apareció en momentos claves para machacar el aro y de este modo se llegó con todo por decidir al final del tercer cuarto (67-71). Los Lakers acusaron el cansancio en el último cuarto y de este modo la pareja interior Randolph-Gasol asestó varios zarpazos seguidos y de nuevo los Grizzlies tomaron el mando del partido; pero los californianos no se rindieron y gracias a su joven promesa Clarkson, los de Byron Scott seguían peleando y tuvieron opciones de victoria hasta el final. Con este triunfo, los Memphis Grizzlies (44-17) se mantienen líderes en la División Suroeste y son segundos en la Conferencia Oeste.
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