El encuentro comenzó con la artillería pesada en ambos equipos. Los blancos salieron muy enchufados gracias al buen trabajo ofensivo de Rudy Fernández, pero es que el conjunto blaugrana también estaba inspirado en ataque y al minuto uno el marcador reflejaba un empate a cinco (entre ambos equipos habían anotado diez puntos). El equipo de Pablo Laso siguió mostrando una alta intensidad de juego tanto en defensa como en ataque y logró distanciarse de su rival. Como si fuera una partida de ajedrez, los dos equipos dieron entrada a diez de sus piezas, algo completamente inusual; el Real Madrid dominaba claramente el partido y con Ayón y Rudy como principales figuras el marcador reflejó un 26-16 al finalizar el primer cuarto. En el segundo cuarto las defensas entraron en acción y frenaron el ritmo de anotación, Sergio Rodríguez cogió el testigo anotador del equipo blanco y el Barça se mostraba muy errático y perdía el balón de forma constante; en el equipo azulgrana el pívot Ante Tomic se veía incapaz de competir con los interiores del conjunto merengue, Justin Doellman trató de arreglar la situación pero Sergio Llull machacó el aro y apagó cualquier reacción visitante, de este modo al descanso se llegó con un resultado de 42-33.
Tras la reanudación el equipo catalán saltó a la cancha con mejor puntería. Jackson, Huertas y Hezonja se mostraron muy acertados en los triples y redujeron un poco la ventaja blanca, pero el Real Madrid no bajó la guardia y siguió con su mismo estilo de juego; Hezonja con sus puntos mantenía a flote al equipo de Xavi Pascual, pero los azulgrana no se acercaban ni por asombro al conjunto merengue, en el minuto 28 el mexicano Gustavo Ayón puso un descomunal tapón a Doellman que hizo deleitar a los espectadores del pabellón. El trabajo y el esfuerzo del equipo madridista dieron sus frutos ya que lograron llegar al final del tercer cuarto con un resultado de 66-53, marcador que dejaba clara la superioridad blanca ante un Barça que mostraba sus vergüenzas. En el último período no cambió el curso del partido, el Real Madrid aumentó su ventaja hasta los veinte puntos. Mario Hezonja se afanaba desde el exterior, pero el equipo blanco respondía de igual manera. El conjunto merengue no despegó el pie del acelerador y sentenció el choque en el ecuador de este cuarto. Esta derrota supone un duro correctivo para el FC Barcelona, que se sigue mostrando débil fuera de casa en esta fase de la Euroliga y que podría complicarse la vida de no mejorar en los partidos a domicilio que le restan en el Top16.
En Twitter: @Danielbm200
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