sábado, 14 de febrero de 2015

El combinado del Resto del Mundo gana a los Estados Unidos

                                                                  
Dio comienzo el All Star Weekend con el partido entre Rookies y Sophomores. El formato cambió este año y en vez de enfrentarlos a ambos, lo que se hizo fue un partido entre jugadores norteamericanos y jugadores de otros países. Este cambio de formato no implicó que el espectáculo ofrecido otros años fuese a ser distinto y ambos equipos hicieron un muy buen partido para deleitar a los aficionados del Barclays Center (que no se llenó). El candiense Andrew Wiggins con 22 puntos fue el MVP del encuentro en el que destacó también Nikola Mirotic (16 puntos y 4 rebotes), polémica con el exmadridista ya que en su camiseta llevaba la bandera de Montenegro.

La victoria cayó del lado del combinado de jugadores extranjeros por 112-121. No fue un simple partido, ambos equipo se exhibieron. Con ocho mates en menos de cuatro minutos, sin defensas, con escaso juego colectivo, el nuevo duelo fue el show de todas las temporadas. Es un encuentro únicamente para los fans, para los más incondicionales. El combinado del Resto del Mundo tenía mejor estructura y organización. Antetokounmpo demostró ser un extraordinario jugador, muy polivalente y con el carácter suficiente para impedir un mate de Plumlee, el ídolo local junto a Bogdanovic. Pudo ser la primera falta flagrante en un partido tan amistoso como este. Mirotic acertó con sus tres primeros triples y Wiggins voló como acostumbra. Los jugadores extranjeros dominaban en los primeros minutos ante un equipo americano que no quería de ninguna manera caer y ver herido su orgullo.Oladipo se mostró al principio egoísta y después acertado. Estados Unidos llegó al descanso con un marcador de 67-69, los del Resto del Mundo se mostraban superiores en los rebotes pese a perder más balones.

En la segunda parte, Mirotic seguía como jugador más destacado del equipo de jugadores extranjeros. El actual jugador de los Bulls, que había bromeado mucho en el calentamiento con un viejo amigo, Bogdanovic, no había fallado ni un tiro. El espectáculo se hizo un poco pesado en el segundo tiempo y era difícil de tragar. Las canastas se sucedían en un carrusel de aciertos propios de lo que parecía un simulacro de partido. El galo Gobert, se hizo notar en ambas canastas y su buen trabajo en la zona ayudó y mucho al equipo de Resto del Mundo.

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