Los Thunder dominaron el partido de principio a fin ante unos Timberwolves que siempre les siguieron de cerca. Al inicio del partido se pudo ver a unos Thunder que hacían un buen control de balón que su rival, mejor que el de unos Wolves que eran fuertes en el lanzamiento exterior. El equipo de Oklahoma mostraba una buena defensa, aunque no tan brillante como en partidos anteriores y gracias a eso el equipo de Minnesota pudo mantenerse en pie y no perder la vista la estela del equipo local que llegó al final del primer cuarto con ventaja en el marcador (25-19). El segundo cuarto fue muy igualado, ambos equipos se centraron en hacer una buena defensa y el ataque pasó a un segundo plano. Los Thunder controlaban bien los rebotes (ofensivos y defensivos) y los Wolves mostraban un juego fluido que les permitía aprovechar varios fallos de su rival; la diferencia de puntos entre ambos conjuntos no aumentaron mucho y al descanso se llegó con un resultado de 48-40.
Tras la reanudación, las defensa seguían imponiéndose a los ataques y la intensidad en la estrategia defensiva aumentó por parte de los dos equipos. Pocos puntos anotaron ambos conjuntos, Serge Ibaka era el líder de la fuerte muralla plantada por el equipo local y en las filas de Minnesota los interiores Dieng y Pekovic hacían lo propio para su equipo, de este modo el tercer cuarto terminó con un marcador de 65-56. Bastante mejor fue la labor ofensiva de ambos equipos en el último cuarto, tanto los Thunder como los Wolves se esmeraron mucho en ataque y obtuvieron porcentajes de anotación altos; el equipo de Minnesota tenía opciones de victoria y no querían desaprovechar esta gran oportunidad, pero los de Oklahoma defendieron bien en momentos puntuales y combinado con los puntos de Westbrook y Waiters pudieron hacerse finalmente con el triunfo.
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