El partido comenzó muy igualado. Las diferencias entre los Cavs y los Bulls fueron mínimas y los dos conjuntos tenían formas similares de juego. Los de Cleveland estuvieron bien en los lanzamientos exteriores, los Bulls andaban algo escasos en defensa pero también sus jugadores tenían afinada su puntería desde el exterior, de tal forma que podían seguir de cerca la estela de su rival; los Cavaliers se mostraron fuertes en defensa y gracias a eso acabaron el primer cuarto por delante en el marcador (19-24). En el segundo cuarto se pudo ver a unos Bulls muy desacertados, los jugadores erraban muchos tiros a canasta y en parte era por la buena táctica defensiva que seguía mostrando el equipo dirigido por David Blatt; los de Thibodeau no podían frenar a los jugadores estrella de los Cavaliers, los cuales siguieron anotando y aumentando la ventaja con respecto a los visitantes para llegar al descanso con un marcador de 54-39.
Tras la reanudación no cambió el curso del encuentro. Los Cavaliers se seguían mostrando fuertes en la labor defensiva y para colmo Mozgov y Love eran los amos y señores de la zona, Irving dirigía el juego del equipo de Cleveland y Lebron anotaba. Los Bulls acumulaban un fallo de detrás de otro como pérdidas de balón continuas o falta de intensidad en su juego, de este modo la diferencia de puntos entre ambos equipos apenas si sufrió variación alguna y se llegó al final del tercer cuarto con un resultado de 84-62. Algo mejor comenzaron los Bulls el último período, el equipo mejoró notablemente en ataque pero seguía fallando en defensa, de tal manera que redujeron algo la ventaja local pero no lo suficiente para remontar un marcador adverso; los Cavaliers se limitaron a seguir el mismo patrón de juego que en los cuartos anteriores y lograron la victoria final.
En Twitter: @Danielbm200
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