Buen comienzo de partido el que realizaron los angelinos. Las buenas acciones al contraataque sirvieron para romper la defensa de los Grizzlies y tomar pronto la delantera, los jugadores interiores y exteriores de los Lakers se complementaban bien entre ellos y hasta el momento le estaban jugando de tu a tu a uno de los mejores equipos de la competición; el equipo de Memphis se valía de su calidad para luchar con el equipo californiano, pero éstos supieron controlar bien la situación y llegar con ventaja al final del primer cuarto (26-21). En el segundo cuarto se mantuvo más o menos la misma tónica que en el anterior, los Lakers jugaban bien en ataque y sus acciones servían para pelear bien con los Grizzlies. Los angelinos mostraban una gran fluidez en el juego, Byron Scott estaba moviendo bien el banquillo y el equipo de Memphis no estaba mostrándose tan brillante como en anteriores encuentros, de este modo los locales seguían liderando el luminoso al llegar al descanso (51-46).
Tras la reanudación cambió la situación del encuentro. Los Grizzlies ganaron más consistencia en defensa y gracias a los hombres interiores pudieron darle la vuelta al marcador en pocos minutos, los californianos perdieron algo de fuelle en el juego desplegado, pero supieron reaccionar e impedir que los visitantes aumentaran su renta de puntos de forma considerable; el encuentro adquirió tintes de igualdad en ciertos momentos y se llegó al final del tercer cuarto con un marcador de 74-80. En el último período se decidió el encuentro a favor del equipo que mejor defensa hizo, esos fueron los Memphis Grizzlies, que gracias a la buena dirección en el juego de Mike Conley pudo lograr la victoria final, aunque se sufrió más de lo esperado. En los Lakers destacó el buen juego del base Jeremy Lin (acabó el partido con 14 puntos) y del escolta Nick Young, que puso contra las cuerdas en varios momentos a los visitantes.
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