España se enfrentó a Lituania (uno de los rivales más en forma de este campeonato) con el objetivo de lograr ser primeros de grupo, pero el equipo de Luis Guil acusó el cansancio de los partidos anteriores y la intensidad mostrada por los lituanos les pesó en este primer período al que se llegó al final con 11-17 en el marcador gracias a una pequeña reacción del equipo español en los minutos finales. España seguía en el segundo cuarto sin encontrarse cómoda en la pista y una falta técnica al banquillo más una antideportiva a Sáiz provocaron que los lituanos lograran 18 puntos de renta gracias a un parcial de 0-15; España logró reducir un poco la ventaja lituana y poner un marcador de 26-36 al llegar al ecuador del partido.
Tras el descanso el equipo nacional español subió su intensidad de juego y dominaron bien el rebote combinado con un buen trabajo en defensa; Lituania perdió varias veces el balón y los triples de Edgar Vicedo recortaron la ventaja de los lituanos situándose a cuatro puntos de ellos al finalizar el tercer cuarto (43-47). En el último período España siguió jugando con la misma intensidad que en el anterior acto y pese a que Lituania se mostraba poderosa, los pupilos de Luis Guil sabían que si perdían por cinco puntos o menos el primer puesto era suyo, por lo que la defensa española se empleó a fondo para lograr un resultado que pese a ser la primera derrota del equipo le da el primer puesto y poder afrontar la siguiente fase del torneo con un poco más de tranquilidad.
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